miércoles, 3 de diciembre de 2014

"Protección infantil contra el abuso y la violencia"

Violencia contra niños y niñas

Imagen del UNICEF
© UNICEF/ HQ00-0146/ Noorani
Una niña de 18 años en el Centro Camboyano para la Protección de los Derechos de la Infancia, donde vive actualmente, situado en la provincia de Svay Rieng, en el sudeste de Camboya.
La violencia se da en colegios e instituciones -como orfanatos y otros centros de acogida-, en las calles, el lugar de trabajo y las prisiones. Los niños y niñas padecen violencia en sus casas, en el seno de sus familias o por parte de otros niños y niñas. Un reducido números de los casos de violencia ejercida contra los niños y niñas termina en muerte; pero lo más frecuente es que ni siquiera deje huellas visibles. Aún así, constituye uno de los problemas más graves que actualmente afectan a la infancia.
Una gran parte de la violencia permanece oculta. En ocasiones, los niños y niñas se sienten incapaces de denunciar los actos de violencia por miedo a las represalias de su agresor. Puede ocurrir también que ni los niños y niñas ni el agresor vean nada malo o inusual en estas prácticas, o que ni siquiera piensen que estos actos violentos constituyen violencia, y los consideren más bien como castigos justificados y necesarios. Puede que el niño maltratado se sienta avergonzado o culpable, pensando que se trata de un castigo merecido. Esto es a menudo la causa de que el niño se muestre reticente a hablar de ello.
La violencia es omnipresente en las sociedades en las que los niños y niñas crecen. La ven en los medios de comunicación, y forma parte de las normas económicas, culturales y sociales que configuran el entorno del niño. La violencia tiene sus raíces en cuestiones como las relaciones de poder asociadas al género, la exclusión, y la ausencia de protección por parte de un tutor adulto y de reglas sociales que protejan o respeten a la infancia. Otros factores pueden ser el consumo de drogas, el fácil acceso a armas de fuego, el consumo de alcohol, el desempleo, la delincuencia, la impunidad y el encubrimiento.
La violencia puede tener consecuencias graves para el desarrollo del niño. En casos extremos resulta en lesiones graves o incluso muerte. No obstante, también puede afectar a la salud del niño, a su capacidad de aprendizaje o incluso a su voluntad de ir a la escuela. La violencia puede ser causa de que el niño huya de su hogar, exponiéndole así a más peligros. Asimismo la violencia destruye la autoestima de los niños y niñas y puede imposibilitarles para ser unos buenos padres en el futuro. Los niños y niñas que padecen violencia son más proclives de adultos a la depresión y al suicidio
  • La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 40 millones de niños y niñas menores de 15 años son víctimas de malos tratos y abandono y requieren atención sanitaria y social.
  • Según un estudio realizado en Egipto, el 37% de los niños y niñas declararon haber sido golpeados o amordazados por sus padres, y el 26% declaró haber sufrido fracturas, pérdida de conocimiento o discapacidades permanentes como resultado de ello.
  • Aproximadamente un 36% de las madres hindúes admitieron haber golpeado a sus hijos con algún objeto en los últimos seis meses. Un 10% afirmó haber propinado patadas a sus hijos; un 29% les había tirado del pelo; un 28% había propinado puñetazos a sus hijos; y un 3% afirmó
    haber castigado a sus hijos metiéndoles guindillas en la boca.
  • Un sondeo practicado en 1995 en EE.UU. mostraba que el 5% de los padres y madres encuestados admitió haber recurrido al menos a uno de los métodos siguientes para disciplinar a sus hijos: golpearles con un objeto, propinarles patadas, golpearles o amenazarles con un cuchillo o una pistola.
  • En Sudáfrica, estadísticas policiales recientes revelan 21.000 denuncias de casos de violación o agresión de menores en los que las víctimas tenían tan sólo nueve meses de edad. Se estima que únicamente 1 de cada 36 casos de violación es denunciado. 

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